3. Prevención de la trata de seres humanos, la delincuencia y la radicalización

Introducción

Descripción:

Este módulo explora los riesgos interconectados de la trata de seres humanos, la radicalización y la delincuencia entre los menores refugiados no acompañados y los jóvenes solicitantes de asilo. Ofrece una visión global de los factores estructurales, psicológicos y sociales que aumentan la vulnerabilidad, haciendo especial hincapié en la prevención y la intervención temprana. A partir de prácticas basadas en pruebas, ejemplos del mundo real y estrategias intersectoriales, el módulo dota a los profesionales de conocimientos, herramientas y enfoques para proteger a los jóvenes refugiados y apoyar su integración saludable en la sociedad.

Objetivo:

El objetivo de este módulo es profundizar la comprensión de los participantes sobre los factores que impulsan la trata, la explotación criminal y la radicalización de los jóvenes refugiados, y desarrollar las habilidades y competencias necesarias para prevenir y responder a estos retos mediante intervenciones holísticas, informadas por el trauma y sensibles a la cultura.

Resultados del aprendizaje:

Al final de este módulo, los participantes serán capaces de:

Conocimientos
  • Definir la trata de seres humanos, la radicalización y la delincuencia en el contexto de los jóvenes refugiados.
  • Explica cómo el trauma, la exclusión social y la pérdida de identidad contribuyen a la vulnerabilidad.
  • Identificar los efectos indirectos de las redes delictivas transfronterizas.
Habilidades
  • Reconocer los primeros signos de explotación y radicalización.
  • Aplicar herramientas prácticas de prevención e intervención, como la atención informada por el trauma, la tutoría y la cooperación intersectorial.
  • Comunicarse de forma eficaz y sensible con los jóvenes refugiados y sus familias.
Competencias
  • Diseñar e impartir programas de prevención culturalmente adaptados.
  • Construir confianza y espacios seguros que fomenten la pertenencia y la resiliencia.
  • Colaborar con las partes interesadas de todos los sectores para abordar las causas profundas y proteger a los jóvenes en situación de riesgo.

Trata de seres humanos, radicalización y riesgo delictivo entre los jóvenes refugiados

Los riesgos interconectados a los que se enfrenta la juventud refugiada:

Los menores refugiados no acompañados y los jóvenes solicitantes de asilo se enfrentan a peligros superpuestos que van mucho más allá de su necesidad inmediata de seguridad y refugio. La trata de seres humanos, la radicalización y la participación en redes delictivas no son problemas aislados: son riesgos interconectados que a menudo se refuerzan mutuamente.

La trata de seres humanos se aprovecha de la extrema vulnerabilidad de los niños y jóvenes que se desplazan. Muchos jóvenes refugiados carecen de cuidadores estables, protección legal y recursos económicos, lo que les convierte en objetivos fáciles para los traficantes, que les prometen seguridad, trabajo o pertenencia. Una vez bajo el control de los traficantes, los jóvenes pueden ser obligados a la explotación sexual, los trabajos forzados o las actividades delictivas.

La radicalización también puede arraigar en este contexto de inestabilidad y trauma. Algunos grupos extremistas se dirigen deliberadamente a los jóvenes refugiados marginados, ofreciéndoles un sentido de identidad, propósito y comunidad que han perdido. Los jóvenes que sufren discriminación, aislamiento o violencia son más susceptibles a las narrativas extremistas que enmarcan los actos delictivos o violentos como una resistencia justificada o como un camino hacia la dignidad.

La participación en redes delictivas suele ser tanto causa como consecuencia de la trata y la radicalización. Los grupos de delincuencia organizada -incluidas las bandas y las redes de contrabando- explotan a los menores refugiados:

  • Utilizarlos para transportar drogas o armas a través de las fronteras
  • Trabajos forzados
  • Presionarles para que recluten a otros compañeros vulnerables
  • Obligándoles a cometer robos, fraudes o actos violentos como forma de pago de la deuda o de iniciación
  • Exponiéndoles a una ideología extremista que difumina la línea que separa la delincuencia de la violencia política.

Utilizarlos para transportar drogas o armas a través de las fronteras

Trabajos forzados

Presionarles para que recluten a otros compañeros vulnerables

Obligándoles a cometer robos, fraudes o actos violentos como forma de pago de la deuda o de iniciación

Exponiéndoles a una ideología extremista que difumina la línea que separa la delincuencia de la violencia política.

Estos riesgos se refuerzan mutuamente:

  • Un joven traficado para realizar trabajos forzados también puede estar expuesto a una ideología radical.
  • Un joven implicado en una actividad delictiva puede ser chantajeado o amenazado para una explotación más profunda.

Las experiencias de racismo y exclusión alimentan los sentimientos de desesperanza, aumentando el atractivo tanto de las bandas como de los grupos extremistas.

Un joven traficado para realizar trabajos forzados también puede estar expuesto a una ideología radical.

Un joven implicado en una actividad delictiva puede ser chantajeado o amenazado para una explotación más profunda.

Las experiencias de racismo y exclusión alimentan los sentimientos de desesperanza, aumentando el atractivo tanto de las bandas como de los grupos extremistas

Es fundamental comprender estas conexiones. La prevención y la intervención eficaces deben reconocer que la trata, la radicalización y la explotación delictiva suelen tener las mismas causas profundas: trauma, desplazamiento, pobreza, aislamiento y discriminación.

Al trabajar con jóvenes refugiados, los profesionales deben abordar estas amenazas entrelazadas de forma holística, protegiendo a los niños de la explotación y fomentando al mismo tiempo la confianza, la pertenencia y las alternativas positivas.

Definición de trata de seres humanos

La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Para más información, consulta el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional | ACNUDH

Redes organizadas de tráfico ilícito y menores refugiados

Además de la trata, existe un problema creciente de grupos delictivos organizados que trafican con migrantes, a menudo con un riesgo extremo para los propios migrantes y con enormes beneficios para los delincuentes. Aunque el tráfico ilícito de migrantes y la trata son jurídicamente distintos, en la práctica se solapan con frecuencia, especialmente en el caso de los menores refugiados no acompañados.

¿Qué es el tráfico ilícito de inmigrantes?

El tráfico ilícito de migrantes suele implicar
Facilitar la entrada ilegal de una persona en un país del que no sea nacional o residente, con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material.
A diferencia del tráfico, el desplazamiento inicial puede ser voluntario. Sin embargo, en realidad, muchos migrantes objeto de tráfico ilícito son sometidos a abusos, explotación o condiciones que ponen en peligro su vida, especialmente los niños.

Alto riesgo de trata para los jóvenes no acompañados

¿Por qué los menores no acompañados y los solicitantes de asilo corren un alto riesgo de trata?
Falta de protección
Viajar solo, sin adultos que aboguen por la seguridad; depender de contrabandistas crea vulnerabilidad.
Explotación durante el tránsito
El contrabando a menudo se convierte en trata; los niños pueden ser vendidos, obligados a abusos sexuales, a mendigar o a trabajar.
Coacción y engaño
Los traficantes prometen seguridad, pero en lugar de ello utilizan la violencia, las amenazas o la extorsión para explotar a los niños.
Servidumbre por deudas
Las familias pagan grandes sumas por el pasaje; los niños se sienten obligados a reembolsarlo mediante un trabajo explotador.
Falta de personalidad jurídica
Sin documentos válidos, los niños temen a las autoridades; los traficantes explotan este miedo a la deportación.
Desconexión
La separación de la familia y la comunidad deja a los niños aislados y sin apoyo.

Ejemplos de riesgos específicos de los menores no acompañados:

  • Ser obligado a trabajar en talleres clandestinos o granjas ilegales de cannabis para pagar las deudas del contrabando.
  • Ser explotado sexualmente a cambio de comida, alojamiento o viaje.
  • Ser coaccionado para cometer delitos como robo, distribución de drogas o falsificación de documentos.
  • Ser retenidos en campos de tránsito bajo vigilancia armada hasta que las familias paguen los rescates.

Para profesionales que trabajan con niños refugiados

¿Por qué es importante para los profesionales que trabajan con niños refugiados?

Los menores no acompañados no son simples «emigrantes en tránsito». Se encuentran entre los niños más expuestos del mundo, en el punto de mira de los grupos delictivos organizados que operan a través de las fronteras.

Implicaciones clave para los profesionales:

  • Nunca des por sentado que el movimiento de un niño ha sido totalmente voluntario, aunque parezca que está de acuerdo.
  • Evalúa siempre los indicadores de trata y explotación.
  • Comprende que las redes de traficantes pueden seguir ejerciendo control sobre los menores mucho después de su llegada.
  • Reconoce que el miedo a las autoridades puede impedir la revelación: los entornos seguros y la creación de confianza son esenciales.

Nunca des por sentado que el movimiento de un niño ha sido totalmente voluntario, aunque parezca que está de acuerdo.

Evalúa siempre los indicadores de trata y explotación.

Comprende que las redes de traficantes pueden seguir ejerciendo control sobre los menores mucho después de su llegada.

Reconoce que el miedo a las autoridades puede impedir la revelación: los entornos seguros y la creación de confianza son esenciales.

Radicalización:

Los procesos de radicalización pueden caracterizarse por la ideología, la política o la religión.

La radicalización implica que los individuos se distancian gradualmente de los principios democráticos de la sociedad, al tiempo que justifican el uso de amenazas y violencia para conseguir sus objetivos. La violencia cometida con objetivos ideológicos, religiosos o políticos se denomina extremismo violento.

La radicalización: Un proceso profundo

La radicalización es un proceso dinámico y a menudo gradual en el que los individuos adoptan ideologías radicales. Esto puede incluir creencias políticas, sociales o religiosas que van en contra de lo que se considera aceptable dentro de la sociedad. El proceso suele constar de varias etapas, que incluyen la exposición a ideas radicales, la aceptación de estas ideas como parte de la propia identidad y, finalmente, la movilización para la acción. Por el camino, la persona puede verse sometida a mayores o menores grados de presión e influencia por parte de individuos y entornos. Para algunos, el proceso desemboca en una acción planificada o impulsiva, mientras que otros se detendrán o darán marcha atrás por el camino.

Extremismo Violento: La transición a la acción

El extremismo violento representa la etapa más grave de la radicalización, en la que individuos o grupos pasan de abrazar ideas radicales a llevar a cabo actos de violencia. Esto puede incluir atentados terroristas, violencia contra individuos o intentos de desestabilizar la sociedad. La motivación del extremismo violento puede variar, desde los programas políticos o religiosos hasta la venganza o la percepción de una amenaza a la propia identidad. La conexión entre radicalización y extremismo violento es compleja y diversa, y depende del contexto y de factores individuales. Conocer el camino hacia la radicalización es importante, tanto para la prevención como para ayudar a las personas a desengancharse.

Características de los procesos de radicalización

Los procesos de radicalización varían tanto en duración como en contenido. Algunos individuos pasan años y nunca cometen actos violentos, mientras que otros pueden dedicarse a la violencia extremista tras sólo semanas o meses. No esperes y verás. Explora y comparte tus preocupaciones.

La búsqueda de pertenencia social, identidad, significado y protección son factores y motores centrales en el inicio de muchos procesos de radicalización.

El contacto con un radicalizador, que motiva o invita a alguien a una comunidad extremista, puede acelerar aún más el proceso de radicalización. La persona y el mensaje que transmite pueden crear una sensación de pertenencia, seguridad y propósito. Puede haber diversos grados de presión o persuasión. Algunos procesos se inician cuando uno o varios radicalizadores establecen contacto, «acicalan» o invitan de otro modo a alguien a una comunidad. El inicio del proceso puede caracterizarse por la voluntariedad y la independencia, pero esto puede sustituirse gradualmente por la coacción, las amenazas o las exigencias de lealtad.

El grooming en la radicalización se refiere a un esfuerzo deliberado y sistemático por parte de un radicalizador para crear confianza y conexión emocional con un individuo a lo largo del tiempo, con el objetivo de influir en sus creencias y comportamientos. El proceso suele comenzar con interacciones aparentemente benignas, ofreciendo amistad, apoyo o comprensión de las luchas personales. Gradualmente, el radicalizador introduce ideas y narrativas extremistas, presentándolas como soluciones a los problemas de la persona o como una forma de alcanzar un propósito y pertenencia. A medida que aumenta la confianza, la persona puede aislarse de perspectivas alternativas y depender cada vez más del radicalizador para obtener validación e identidad. Esta manipulación puede escalar hasta la exigencia de lealtad, la participación en actividades ilegales o la aceptación de la violencia como algo justificado.

Un proceso de radicalización no depende de reuniones físicas. La radicalización puede producirse online, en las redes sociales y en las salas de chat. Las relaciones online pueden ser tan significativas como las amistades físicas y, por tanto, deben considerarse igual de importantes.

Puede haber periodos en los que la duda haga que la persona se sienta insegura. En otros periodos, el proceso se intensifica y la convicción es fuerte. Nuestra influencia siempre es mayor al principio del proceso y cuando la persona experimenta dudas e incertidumbre.

Criminalidad

La criminalidad es el estado o la cualidad de participar en conductas que violan la ley. Se refiere a la comisión de actos que los ordenamientos jurídicos definen como delitos, abarcando desde las faltas leves hasta la delincuencia grave y organizada. Dicho de forma más sencilla, la criminalidad es la pauta o tendencia a cometer actos ilegales.

La delincuencia se refiere a los comportamientos y acciones de los jóvenes que infringen la ley. Puede incluir una amplia gama de actividades ilegales, desde delitos menores como el vandalismo, el robo o el consumo de alcohol por menores de edad, hasta delitos más graves como la agresión, el robo o la violencia relacionada con las bandas.

En el contexto juvenil, la delincuencia suele estar determinada por factores como la presión de los compañeros, la falta de modelos positivos, unas circunstancias familiares difíciles, la exclusión social o la búsqueda de identidad y pertenencia. La participación temprana en conductas delictivas puede aumentar el riesgo de reincidencia y de mayor implicación en entornos delictivos.

La delincuencia como servicio y la influencia de las bandas son amenazas especialmente importantes para los menores refugiados no acompañados y los solicitantes de asilo, porque combinan el alcance mundial, la accesibilidad y el anonimato, lo que facilita más que nunca a los grupos delictivos dirigirse a los jóvenes vulnerables.

La delincuencia como servicio permite a cualquiera -incluidas las redes delictivas organizadas- adquirir de forma barata y anónima herramientas para la piratería informática, el fraude, el robo de identidad, las armas de alquiler y otros delitos. Esto reduce la barrera de entrada para las actividades ilegales y crea nuevas oportunidades para explotar a los jóvenes refugiados, ya sea implicándolos directamente o robando sus datos personales.

El gangfluencing aprovecha el poder de las redes sociales para dar glamour a la cultura de las bandas, reclutar nuevos miembros, intimidar a los rivales y promover estilos de vida delictivos. Los jóvenes refugiados, que a menudo se enfrentan al aislamiento, la discriminación y la pobreza, son especialmente susceptibles a esta manipulación digital. Las bandas utilizan plataformas como TikTok e Instagram para ofrecer un sentimiento de pertenencia, dinero rápido y estatus, arrastrando a los jóvenes a la explotación y la delincuencia.

En conjunto, estas tendencias facilitan

  • Dirigirse a menores, contactar con ellos y manipularlos a distancia a través de las fronteras.
  • Explotar sus vulnerabilidades, incluidos los traumas, la soledad y la falta de protección.
  • Amplía rápidamente las operaciones delictivas, con poco riesgo de detección.


Para los profesionales que trabajan con jóvenes refugiados, es esencial reconocer esta dinámica. Abordar los riesgos requiere no sólo respuestas policiales, sino también prevención, educación y redes de apoyo sólidas para contrarrestar la atracción de la influencia delictiva en línea.

Implicaciones
Desafíos policiales
El gangfluencing y la delincuencia como servicio (CaaS) plantean nuevos retos a las fuerzas de seguridad, ya que difuminan las fronteras entre las actividades delictivas en línea y fuera de línea. Vigilar e intervenir en estas actividades requiere herramientas y estrategias sofisticadas.
Impacto comunitario
La influencia de la cultura de las bandas en las redes sociales puede contribuir a la propagación de la violencia y la delincuencia en las comunidades, dificultando la lucha contra los problemas relacionados con las bandas a nivel local.
Necesidad de programas de prevención
Abordar la influencia de las bandas y la delincuencia como servicio implica crear programas de prevención que eduquen a los jóvenes sobre los peligros de la participación en bandas y ofrezcan alternativas positivas al atractivo de la cultura de las bandas. Formar habilidades de pensamiento crítico es una parte esencial de estos esfuerzos.

En esencia, el gangfluencing y el Crime-as-a-Service son la evolución digital de las actividades tradicionales de las bandas, que aprovechan el poder de las redes sociales para ampliar el alcance y la influencia de las organizaciones delictivas.

Efectos indirectos y menores no acompañados

Los efectos indirectos de la delincuencia transfronteriza significan que las actividades delictivas de un país a menudo se extienden a otros. Cuando las fuerzas del orden reprimen a bandas, traficantes o redes extremistas en una zona, estos grupos pueden simplemente trasladar sus operaciones al otro lado de la frontera, a lugares con controles más débiles.

Esto afecta especialmente a los menores no acompañados:

  • Las redes de trata de seres humanos a menudo se deslocalizan, lo que aumenta el riesgo de que los niños sean explotados en tránsito o tras su llegada.

  • Las rutas del narcotráfico y el contrabando se desplazan a nuevas regiones, donde los menores pueden ser reclutados para transportar mercancías o pagar deudas.

  • Los grupos extremistas exportan ideología y tácticas de captación, utilizando plataformas en línea para dirigirse a jóvenes aislados de distintos países.También existe el riesgo de que un joven que ha sido radicalizado o captado en un país llegue más tarde a otro como refugiado. Esto puede introducir involuntariamente la ideología extremista en nuevas comunidades y crear retos adicionales para los esfuerzos de prevención e integración.

Dado que los menores no acompañados suelen carecer de protección, estos efectos indirectos pueden conducir rápidamente a la explotación, la participación delictiva o la radicalización. Por eso, la cooperación transfronteriza y la identificación precoz son esenciales para mantener a salvo a los jóvenes.

Puntos clave y ejemplos

El efecto indirecto de la delincuencia transfronteriza subraya la importancia de la cooperación internacional en la aplicación de la ley. Hacer frente a la delincuencia en un país requiere a menudo esfuerzos coordinados a través de las fronteras para impedir que los delincuentes simplemente trasladen sus actividades y extiendan los efectos negativos a otras regiones.

Ejemplo 1

La policía local noruega ha expresado su preocupación por la creciente participación de jóvenes en redes delictivas, una tendencia que parece estar inspirada o directamente vinculada a organizaciones delictivas suecas, a menudo denominadas «Svenske tilstander» (condiciones suecas). Esta evolución es especialmente alarmante dada la proximidad de Noruega con Suecia, donde estas redes delictivas ya están establecidas y operan activamente dentro de las fronteras noruegas.

En respuesta a esta preocupante tendencia, las autoridades noruegas están considerando la posibilidad de estrechar la cooperación con sus homólogos suecos. Esto incluye la posibilidad de patrullas conjuntas entre las fuerzas policiales noruegas y suecas para combatir el aumento de la delincuencia transfronteriza. El objetivo es evitar que la situación en Noruega se deteriore hasta alcanzar los niveles observados en Suecia y reducir la influencia de las redes delictivas suecas en suelo noruego.

La propagación de la «condición sueca»: violencia de bandas y preocupación entre sus vecinos nórdicos

Ejemplo 2

Un municipio reasentó a un menor no acompañado que había llegado como refugiado de una zona de conflicto. Sin que las autoridades locales lo supieran, el joven ya había sido reclutado por un grupo extremista antes de abandonar su país de origen. Tras su llegada, empezó a intentar ponerse en contacto con personas de ideas afines y a compartir material radical en Internet. Gracias a una estrecha vigilancia y al intercambio de inteligencia, los servicios de seguridad nacional identificaron el riesgo a tiempo e intervinieron antes de que se cometiera un acto violento.

Jóvenes refugiados en peligro: radicalización y delincuencia

Pertenencia e integración

Pertenecer es una necesidad humana fundamental. Para los jóvenes, especialmente los que se ven obligados a huir de sus hogares, la participación en actividades sociales y culturales es esencial para desarrollar la confianza, la autoestima y el entendimiento mutuo. Las relaciones tempranas ayudan a desarrollar habilidades lingüísticas, adoptar valores compartidos y formar conexiones con compañeros y autoridades. Cuando faltan estas relaciones, los niños y jóvenes pueden sentirse excluidos y aislados, lo que a menudo provoca soledad, problemas de salud mental y pasividad.

Los jóvenes refugiados e inmigrantes no acompañados se enfrentan con frecuencia a la exclusión legal, social y emocional . Pueden experimentar invisibilidad, aislamiento y una constante «otredad». Si no se abordan estos sentimientos, pueden convertirse en frustración, desconfianza o sensación de desconexión de la sociedad. Con el tiempo, esta desconexión aumenta el riesgo de crisis de identidad y convierte a los jóvenes en objetivos más fáciles para los grupos radicales y delictivos que prometen pertenencia y finalidad.

A menudo surge una crisis de identidad cuando las personas luchan por conciliar cómo se ven a sí mismas con cómo las percibe la sociedad. Para los jóvenes refugiados, este conflicto puede intensificarse por la discriminación, sobre todo en ámbitos como la educación y el mercado laboral. El rechazo repetido por un nombre que suena étnico o por la percepción de un origen extranjero puede provocar sentimientos de inadecuación y duda. Con el tiempo, pueden interiorizar estereotipos negativos, sentirse excluidos de la comunidad en general y perder la confianza en las instituciones.

La exclusión social -comolas barreras a la educación, la vivienda estable o la asistencia sanitaria- agrava aún más esta sensación de aislamiento. Los jóvenes empujados a los márgenes de la sociedad a menudo sienten que no tienen futuro ni un lugar al que pertenecer. Esto crea un terreno fértil para que intervengan redes radicales o delictivas, ofreciendo un sentimiento de identidad, respeto, dinero o venganza.

Además de la exclusión social y la discriminación, los jóvenes refugiados suelen arrastrar profundas heridas emocionales. Muchos han sufrido la guerra, la violencia, la tortura o la pérdida de seres queridos. Los traumas pueden dejar cicatrices duraderas, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad y la depresión. Sin una atención sanitaria mental adecuada, estos jóvenes pueden tener dificultades para regular sus emociones o hacer frente a sentimientos abrumadores de tristeza, miedo o impotencia. Esto puede conducir a un comportamiento agresivo, al consumo de sustancias o al retraimiento. Para algunos, la promesa de control, propósito o alivio -incluso a través de la violencia o el extremismo- puede resultar poderosamente atractiva.

El dolor es otro factor poderoso. Muchos jóvenes han perdido familia, amigos, hogares y una sensación de seguridad. En el caos del desplazamiento, a menudo no hay tiempo ni apoyo para procesar esta pérdida. El dolor no reconocido o reprimido puede convertirse en desesperanza, rabia o insensibilidad. Los grupos radicales explotan estas emociones, utilizando mensajes como: «Te lo han quitado todo; ahora puedes defenderte».

Todos estos factores -trauma, pérdida de identidad, exclusión social, duelo no resuelto- están profundamente interconectados y pueden reforzarse mutuamente. El trauma puede llevar al retraimiento, que profundiza el aislamiento y la confusión sobre la identidad, creando más vulnerabilidad a la manipulación y la captación.

Por ejemplo:

El trauma provoca retraimiento → que agrava el aislamiento → que profundiza la confusión de identidad → que hace que los jóvenes estén más abiertos a influencias radicales.

Por eso el apoyo temprano y culturalmente sensible no es opcional, sino esencial. Ayudar a los jóvenes refugiados a curarse, reconstruir su sentido de sí mismos y encontrar conexiones significativas es la forma más eficaz de evitar la espiral hacia la radicalización y la delincuencia.

Estrategias, herramientas y enfoques de prevención para profesionales

¿Por qué es importante la adaptación cultural?

Los jóvenes y las familias refugiados proceden de diversos entornos culturales, religiosos y lingüísticos. Sus experiencias, creencias y valores conforman su forma de entender:

🧠 Salud mental y trauma

🤝 Autoridad y confianza

👨‍👩‍👧 Roles de género y obligaciones familiares

👫 Ideas de pertenencia y comunidad

🆘 Actitudes hacia la búsqueda de ayuda

Sin adaptación cultural, el apoyo bienintencionado puede parecer irrelevante, confuso o incluso irrespetuoso. La prevención y la intervención eficaces deben ajustarse a las realidades culturales para generar confianza y compromiso.

🛠️ Principios clave de las intervenciones culturalmente adaptadas

✅ 1. Respetar las diferentes concepciones de la salud mental

  • En algunas culturas, el trauma y la angustia se expresan como síntomas físicos («me pesa el corazón», «mi cuerpo está cansado») y no como etiquetas emocionales.
  • Las familias pueden ver las luchas por la salud mental como una fuente de vergüenza o una cuestión espiritual más que psicológica.
  • Estrategia: Utiliza lenguaje y metáforas culturalmente relevantes. Considera la posibilidad de incluir mediadores culturales o intérpretes familiarizados tanto con la cultura de acogida como con la de origen.

✅ 2. Implicar a familias y comunidades

  • Algunas culturas valoran más la toma de decisiones colectiva que la autonomía individual.
  • Implicar a familiares y figuras respetadas de la comunidad puede fomentar la aceptación y reducir el estigma.
  • Estrategia: Cuando proceda, integrar el asesoramiento familiar, las consultas a la comunidad o los socios religiosos para reforzar los mensajes de apoyo.

✅ 3. Adaptar el contenido y la ejecución de la intervención

  • Herramientas como la psicoeducación, la terapia o los debates en grupo deben adaptarse a las normas culturales sobre la revelación, la dinámica de género y la jerarquía.
  • Estrategia: Utilizar enfoques flexibles, como la narración de cuentos, el arte o prácticas culturalmente familiares, en lugar de esperar que los jóvenes compartan sentimientos personales en formatos desconocidos.

✅ 4. Sé consciente de la dinámica del poder

  • Las experiencias de persecución y discriminación pueden llevar a algunos jóvenes y familias a desconfiar de las autoridades o instituciones.
  • Estrategia: Establecer relaciones lentamente, hacer hincapié en la confidencialidad y explicar claramente el objetivo de las intervenciones para reducir el miedo.

✅ 5. Formar al personal en competencia cultural

  • El personal necesita habilidades para reconocer las diferencias culturales sin estereotipar.
  • Estrategia: Impartir formación sobre la comunicación intercultural, la conciencia de los prejuicios y el contexto cultural de las poblaciones atendidas.

Comprender el vínculo: Salud mental, radicalización y delincuencia

Como hemos mencionado antes, existe una fuerte conexión entre los problemas de salud mental y la vulnerabilidad de un joven a la radicalización y al comportamiento delictivo. Esto no significa que las personas con problemas de salud mental sean violentas, sino que la angustia psicológica no tratada, combinada con circunstancias vitales difíciles, puede aumentar el riesgo de que se arraiguen influencias nocivas. Existe una conexión compleja y bien documentada entre los problemas de salud mental, como el trauma, la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático (TEPT), y la mayor vulnerabilidad de un joven a la radicalización y a la implicación en conductas delictivas. Esta conexión no implica que las personas con problemas de salud mental sean intrínsecamente violentas o peligrosas, sino que pone de relieve cómo el malestar psicológico no tratado, cuando se combina con factores de riesgo externos como la exclusión social, la discriminación, la pobreza o la exposición a la violencia, puede crear un terreno fértil para que arraiguen ideologías nocivas o influencias delictivas. En estos casos, el dolor emocional, la confusión de identidad y la falta de estructuras de apoyo pueden llevar a los jóvenes a buscar pertenencia, propósito o sensación de control en grupos o comportamientos que ofrecen soluciones rápidas pero peligrosas.

La salud mental como factor de riesgo

Los jóvenes refugiados a menudo sufren traumas por la guerra, la violencia o la pérdida. A menudo sufren depresión, ansiedad y TEPT. Los sentimientos de desesperanza, inutilidad o aislamiento también son comunes para ellos y, cuando estos problemas de salud mental no se reconocen o no se tratan, los jóvenes pueden exteriorizarlos mediante la violencia, el robo o el consumo de drogas (delincuencia). O buscar pertenencia, identidad o venganza a través de grupos extremistas (radicalización).

Vulnerabilidad psicológica

Los problemas de salud mental pueden afectar a la forma en que un joven ve el mundo, regula sus emociones y se relaciona con los demás. Los grupos radicales y criminales suelen aprovecharse de estas vulnerabilidades. Les ofrecen una identidad clara («¡Eres un guerrero!»; «¡Tú importas!»), una causa que dé sentido a su sufrimiento o incluso un grupo o «familia» que les acepte.

Afrontar el dolor de forma equivocada

Sin formas sanas de afrontar el trauma o el dolor emocional, los jóvenes pueden recurrir a la violencia, el consumo de sustancias y las bandas o grupos extremistas (en busca de protección o pertenencia). Se trata de estrategias de afrontamiento inadaptadas, que parecen útiles a corto plazo, pero son peligrosas a largo plazo.

Desencadenantes sociales y ambientales

Los problemas de salud mental no conducen por sí solos a la delincuencia o a creencias radicales. Pero cuando se combinan con la discriminación o el racismo, la pobreza o la exclusión y la falta de apoyo o de objetivos… el riesgo aumenta. Esto significa que el entorno importa tanto como la salud mental del individuo. Mental

Los problemas de salud, especialmente los traumas y la pérdida de identidad, crean lagunas emocionales y psicológicas. Los grupos radicales o criminales ofrecen llenar esas lagunas con falsas soluciones y por eso una prevención debe incluir una atención temprana a la salud mental, apoyo emocional y espacios seguros para que los jóvenes se curen, conecten y encuentren sentido de forma positiva.

Estrategias de prevención centradas en la salud mental

Estrategias de prevención centradas en la salud mental

Atender las necesidades de salud mental de los jóvenes refugiados es una de las formas más eficaces de prevenir la radicalización y el comportamiento delictivo. Cuando el malestar emocional se reconoce pronto y se trata con atención, se reduce el riesgo de que los jóvenes recurran a grupos o comportamientos perjudiciales para afrontarlo. A continuación se exponen cinco pilares clave de la prevención que se centran específicamente en la salud mental, extraídos tanto de la práctica basada en pruebas como de la experiencia de la vida real.

6. VERSIÓN SECTORES

Intervenciones tempranas en salud mental

La identificación y el apoyo tempranos son cruciales. Muchos jóvenes refugiados arrastran profundas heridas emocionales de la guerra, el desplazamiento o la pérdida, pero a menudo pasan desapercibidas o no se tratan. Los exámenes de salud mental deben introducirse durante los procesos de admisión, como cuando un niño se matricula en la escuela, se incorpora a un centro juvenil o entra en una nueva comunidad. Estos cribados pueden detectar signos de trauma, trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad o embotamiento emocional. Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), especialmente cuando se prestan de forma culturalmente sensible e informada sobre el trauma, pueden ofrecer apoyo emocional inmediato. El personal formado de las escuelas, los centros de acogida de refugiados o las organizaciones comunitarias puede ayudar a estabilizar la angustia emocional y poner a los jóvenes en contacto con otros servicios de atención si es necesario. La atención informada sobre el trauma hace hincapié en la seguridad, la confianza y el empoderamiento, garantizando que los jóvenes se sientan seguros y respetados durante cada paso del proceso de apoyo.

Psicoeducación

Muchos jóvenes y familias proceden de culturas en las que la salud mental está estigmatizada o es mal entendida. La psicoeducación ayuda a concienciar y a desarrollar la alfabetización emocional, dos elementos vitales para la prevención precoz. Enseñar a los jóvenes refugiados cómo afecta el trauma al cerebro y a las emociones, cómo son las estrategias sanas de afrontamiento y cómo reconocer los signos de angustia en sí mismos o en los demás, les ayuda a tomar el control de su bienestar emocional. Las familias también necesitan psicoeducación para comprender el comportamiento de sus hijos y apoyarlos eficazmente. Cuando los padres aprenden que reacciones emocionales como la ira o el retraimiento pueden ser signos de trauma, no de mal comportamiento, pueden responder con más compasión. Reducir el estigma es clave. Cuando los jóvenes y las familias empiezan a ver el apoyo a la salud mental como un proceso normal, positivo y fortalecedor, es más probable que busquen ayuda pronto, antes de que los problemas se conviertan en comportamientos peligrosos.

Terapia de trauma culturalmente adaptada

Muchos jóvenes refugiados han vivido guerras, violencia y desplazamientos. Estas experiencias suelen provocar trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y embotamiento emocional. Los enfoques terapéuticos tradicionales no siempre les resultan seguros o pertinentes, sobre todo cuando las creencias culturales y los estilos de comunicación difieren. Un método muy utilizado es la Terapia de Exposición Narrativa (NET), diseñada específicamente para personas que han experimentado múltiples acontecimientos traumáticos. Este enfoque guía a los jóvenes a través de la narración de la historia de su vida, tanto de los acontecimientos positivos como de los traumáticos, de un modo estructurado y seguro. Al ayudarles a situar las experiencias traumáticas en una línea de tiempo coherente, NET permite a los jóvenes empezar a integrar sus recuerdos en lugar de verse perseguidos por ellos. Les devuelve un sentido de continuidad y significado en sus vidas y ha demostrado ser especialmente útil para las poblaciones afectadas por la guerra.

Terapia de artes expresivas

Para muchos jóvenes, especialmente los que tienen barreras lingüísticas o profundas heridas emocionales, la terapia verbal puede no ser el punto de partida más eficaz. La terapia artística expresiva ofrece formas alternativas de procesar el dolor, liberar emociones y construir la identidad sin necesidad de explicaciones verbales. Formas artísticas como la danza, la música, el teatro, la pintura y la narración de cuentos dan a los jóvenes herramientas para expresar sentimientos que quizá aún no entiendan o no estén preparados para hablar. Estos métodos creativos ayudan a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y desarrollar la autoconciencia emocional. También crean un espacio para la alegría, la imaginación y la esperanza, todas ellas partes vitales de la recuperación y el crecimiento. Cuando se integran en entornos de grupo, las actividades artísticas expresivas también pueden reforzar los vínculos sociales y fomentar un sentimiento compartido de pertenencia, ayudando a reconstruir la confianza y la conexión después de un trauma.

Herramientas digitales de salud mental

Como muchos jóvenes refugiados están conectados digitalmente, las herramientas y aplicaciones de salud mental en línea pueden ser poderosos complementos del apoyo en persona. Estas plataformas ofrecen un acceso discreto e inmediato a recursos psicológicos y pueden ayudar a normalizar las conversaciones sobre salud mental. Apps como MindShift (centrada en la ansiedad), Woebot (un chatbot que utiliza técnicas basadas en la evidencia) o Headspace (atención plena y relajación) proporcionan herramientas interactivas y culturalmente neutras para gestionar el estrés, aprender habilidades de afrontamiento y crear conciencia emocional. Además, las plataformas de narración digital permiten a los jóvenes crear y compartir sus propias narraciones mediante vídeo, audio o escritura. Esto les da un papel activo a la hora de contrarrestar los mensajes negativos o radicales en línea y refuerza un sentido fuerte y positivo de la identidad. Estas herramientas fomentan la autoexpresión, el pensamiento crítico y la conexión con otras personas que pueden compartir trayectorias similares.

Espacios seguros e inclusivos

Los jóvenes refugiados necesitan espacios seguros donde se sientan bienvenidos, respetados y valorados. Estos entornos favorecen la curación emocional y reducen el sentimiento de alienación que a menudo lleva a los jóvenes hacia grupos extremistas o delictivos. Los centros comunitarios, los centros juveniles o los programas escolares deben ofrecer actividades estructuradas y positivas en un entorno no crítico e inclusivo. Las actividades podrían incluir arte, deportes, grupos de diálogo o proyectos comunitarios de colaboración. Los programas de integración que reúnen a jóvenes refugiados y locales ayudan a fomentar la amistad, la comprensión mutua y un sentimiento compartido de pertenencia. Esto reduce el aislamiento social y construye una identidad positiva, ambos factores de protección contra la radicalización.

TCC y entrenamiento en resiliencia

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un método ampliamente reconocido para ayudar a las personas a reconocer y cambiar pautas perjudiciales en sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Para los jóvenes refugiados, la TCC puede ser especialmente eficaz para abordar:

  • Distorsiones cognitivas («No valgo nada» o «Todo el mundo está contra mí»)
  • Gestión de la ira y reacciones impulsivas
  • Sentimientos de desesperanza o venganza relacionados con traumas o injusticias pasadas

Los talleres de formación en resiliencia en grupo complementan la TCC enseñando habilidades esenciales para la vida, como la alfabetización emocional, la resolución de problemas, la resolución de conflictos y la gestión del estrés. Estos programas ayudan a los jóvenes a crear recursos internos que les protejan de las influencias negativas y les preparen para afrontar los retos de la vida con confianza y tranquilidad.

La prevención centrada en la salud mental no consiste en etiquetar a los jóvenes como «en riesgo» o «peligrosos», sino en ver su dolor, responder con compasión y darles las herramientas y el apoyo que necesitan para construir un futuro mejor. Cuando el trauma se aborda precozmente, cuando se acoge a los jóvenes en espacios inclusivos y cuando las comunidades están equipadas para responder, el camino hacia la radicalización o la delincuencia puede interrumpirse antes de que empiece.

El compromiso cívico como prevención de la delincuencia y la radicalización

Esta discriminación sistemática crea barreras para los inmigrantes y sus descendientes en diversos ámbitos, como la educación, el empleo y la participación social, contribuyendo a un sentimiento de exclusión y escasa afiliación con la sociedad de acogida, lo que puede provocar una crisis de identidad. Las experiencias repetidas de racismo pueden minar la confianza en la sociedad y llevar a los inmigrantes a retraerse o no identificarse con la sociedad de acogida. Esto es especialmente grave y puede tener graves consecuencias, como la participación en delitos y la radicalización. Este sentimiento de exclusión puede ser un factor que contribuya al aumento de la delincuencia juvenil y la radicalización. El compromiso cívico proporciona una salida constructiva y empoderadora para estas emociones complejas. En lugar de expresar la frustración mediante comportamientos perjudiciales, los jóvenes pueden canalizar su energía para crear un cambio, construir una comunidad y dar una plataforma a sus voces e historias. Formas prácticas de participar

  1. Voluntariado: Participar en proyectos locales, limpiezas medioambientales o actos benéficos.

  2. Diálogo comunitario: Uniéndose a grupos de jóvenes, asistiendo a reuniones públicas, organizando mesas redondas o participando en intercambios culturales.

  3. Defensa y narración de historias: Compartir historias personales, sensibilizar sobre las experiencias de los refugiados o apoyar causas a través de los medios sociales y las campañas comunitarias.

  4. Liderazgo informal: Tomar la iniciativa en grupos de compañeros, organizar talleres interactivos, ayudar a organizar actividades o apoyar a otros en situaciones similares.

Apoyar a los jóvenes refugiados en riesgo de radicalización o comportamiento delictivo requiere algo más que concienciación, exige herramientas prácticas y culturalmente sensibles que aborden las raíces emocionales y psicológicas de la vulnerabilidad. Los profesionales que trabajan en escuelas, centros comunitarios, refugios o servicios de salud mental pueden aplicar una serie de métodos eficaces que se han adaptado a las realidades a las que se enfrentan los jóvenes refugiados. Estos métodos deben dar prioridad a la curación, la construcción de la identidad, la regulación emocional y la confianza.

Programas de tutoría, apoyo entre iguales y salida

Los jóvenes necesitan relaciones de confianza para curarse, crecer y construir un sentimiento de pertenencia. Uno de los factores de protección más eficaces contra la vulnerabilidad -ya sea a la delincuencia, la radicalización o la desesperación- es tener a alguien con quien hablar que comprenda sus experiencias y pueda guiarles hacia adelante.

Los modelos de tutoría y apoyo entre iguales desempeñan un papel fundamental en la prevención y la capacitación. En estos modelos, los jóvenes de más edad o los adultos que han superado con éxito los retos del desplazamiento, la integración o la salida de entornos delictivos o extremistas sirven de mentores a compañeros más jóvenes. Estas relaciones pueden adoptar muchas formas, desde la orientación informal hasta los programas estructurados a largo plazo.

Características clave de la tutoría y el apoyo entre iguales

  • Relaciones de confianza: Los mentores actúan como figuras constantes y fiables en la vida de un joven: alguien que escucha sin juzgar, modela comportamientos positivos y ofrece consejos prácticos.
  • Modelos de conducta: Para los jóvenes refugiados, ver a alguien que se ha enfrentado a obstáculos similares y ha construido una vida estable proporciona esperanza y motivación. Los mentores demuestran que los caminos positivos son posibles.
  • Espacios seguros para el diálogo: Los programas de tutoría crean entornos en los que los jóvenes se sienten seguros para compartir experiencias difíciles, hacer preguntas y expresar dudas.
  • Puentes entre comunidades: Los mentores pueden ser jóvenes locales formados en comprensión intercultural, antirracismo y resolución de conflictos, que ayudan a establecer conexiones entre las comunidades de refugiados y la sociedad en general.
  • Habilidades para la vida y establecimiento de objetivos: Más allá del apoyo emocional, los mentores pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades concretas, como desenvolverse en los sistemas escolares, encontrar trabajo, comprender las leyes, gestionar las finanzas o manejar los conflictos sin violencia.
  • Identidad y pertenencia: Estas conexiones contrarrestan los sentimientos de aislamiento y alienación reforzando un sentimiento de identidad y finalidad anclado en lazos comunitarios positivos.
🔹 Programas de salida por implicación delictiva y extremista

Para los jóvenes que ya están enredados en bandas o redes extremistas, los programas de salida ofrecen una vía organizada para salir. Estas iniciativas suelen ir de la mano de modelos de tutoría y apoyo entre iguales para reconstruir la confianza, la seguridad y la autoestima.

Los programas de salida suelen incluir:

  • Asesoramiento individual: Apoyo personalizado para abordar el trauma, las luchas de identidad y las motivaciones para la participación.
  • Asistencia práctica: Ayuda con la vivienda, la educación, la formación profesional y los problemas legales que pueden mantener a los jóvenes atrapados en entornos delictivos.
  • Mentores de Mensajeros Creíbles: Los antiguos miembros de bandas o individuos que han abandonado grupos extremistas actúan a menudo como mentores, utilizando su experiencia vivida para inspirar el cambio.
  • Planificación de la seguridad: Reubicación, estrategias para proteger a las personas de represalias o de un nuevo reclutamiento.
  • Apoyo familiar: Implicar a los padres o cuidadores para reforzar las redes de protección.
  • Reintegración en la comunidad: Actividades sociales positivas y oportunidades de participar en la vida cívica.

Estos programas reconocen que castigar o estigmatizar simplemente a los jóvenes rara vez funciona. En su lugar, se centran en desarrollar capacidades, abordar las necesidades subyacentes y ofrecer alternativas reales a la delincuencia y el extremismo.

🔹 Impacto más amplio de la tutoría y el apoyo entre iguales

Cuando se diseñan cuidadosamente, la tutoría y el apoyo entre iguales:

  • Mejorar la autoestima y la autoeficacia.
  • Reducir la probabilidad de reclutamiento en círculos delictivos o extremistas.
  • Reforzar la resistencia contra la manipulación y la explotación.
  • Crear embajadores del cambio positivo, ya que los jóvenes que reciben mentores suelen convertirse ellos mismos en mentores.

Reducir la contratación mediante la cooperación intersectorial y multisectorial

Para prevenir eficazmente el reclutamiento de menores refugiados no acompañados y solicitantes de asilo en entornos delictivos y grupos extremistas, es esencial abordar tanto las vulnerabilidades individuales como las condiciones estructurales que aumentan el riesgo. Esto requiere una cooperación intersectorial, un enfoque coordinado que implique a las escuelas, los servicios de bienestar infantil, la policía, las autoridades de inmigración, las organizaciones de la sociedad civil, las comunidades religiosas y los profesionales de la salud mental. La lista de actores implicados no es limitada y depende de cada caso y situación.

Enfoque Clave: Eliminar o reducir las causas profundas de la criminalidad y la radicalización

Para «reducir la captación para entornos y actividades delictivas y extremistas eliminando o reduciendo las causas y los procesos sociales e individuales», la cooperación debe abordar los factores de riesgo entrecruzados que empujan a los jóvenes refugiados hacia las bandas, las redes de trata o los grupos radicales que ofrecen un sentimiento de identidad, venganza o pertenencia.

Nivel
Causas/Factores de riesgo
Estrategias intersectoriales
1. Causas sociales (nivel estructural)
– Discriminación sistémica y racismo en la educación, la vivienda y los espacios públicos → exclusión y resentimiento – Acceso limitado a ingresos legales (restricciones laborales, pobreza) – Procesos de asilo largos e inciertos → desesperanza y desconfianza – Programas de integración/inclusión infradotados → invisibilidad y rechazo – Polarización y estigmatización explotadas por los reclutadores extremistas
– Educación inclusiva y formación profesional vinculada al empleo – Colaboración (municipios, ONG, empresarios) → prácticas y trabajo digno – Reducir los tiempos de espera para el asilo y reforzar las garantías jurídicas – Programas de diálogo y creación de confianza para contrarrestar las narrativas de exclusión
2. Causas individuales (nivel personal)
– Trauma y problemas de salud mental (guerra, desplazamiento, pérdida) – Crisis de identidad y alienación → susceptibilidad a ideologías extremistas – Falta de orientación adulta o de modelos positivos – Presión de grupo y manipulación en línea (influencia de bandas, contenido radical) – Agravios no resueltos (humillación, injusticia)
– Apoyo a la familia y orientación parental (especialmente reunificación) – Alfabetización digital y formación en resiliencia frente a la captación de menores por Internet.
3. Dinámicas específicas de la radicalización
– Búsqueda de significado, justicia o venganza tras un trauma/exclusión – Cámaras de eco en línea y reclutamiento extremista explotando agravios – Promesas de estatus, respeto, empoderamiento (bandas, grupos extremistas) – Incentivos económicos o protección en la pobreza/inseguridad
– Policía comunitaria basada en la confianza, no en la vigilancia – Programas de salida y apoyo a la desradicalización – Asociaciones con grupos religiosos y comunitarios → contranarrativas – Sistemas de alerta temprana en escuelas y servicios sociales

¡Ningún actor puede abordar por sí solo la delincuencia y la radicalización!

Echa un vistazo y analiza la reunión de coordinación entre agencias.

Una prevención eficaz requiere:

  • Conferencias conjuntas sobre casos entre la policía, las escuelas, la protección de menores, los servicios sanitarios y las ONG. La lista de actores implicados no es limitada y depende de cada caso y situación.
  • Equipos interdisciplinarios de divulgación dirigidos a zonas de alta vulnerabilidad.
  • Protocolos de intercambio de datos (con garantías de privacidad) para detectar precozmente patrones de riesgo.
  • Intervenciones centradas en los jóvenes, diseñadas junto con las comunidades afectadas para garantizar la confianza y la relevancia cultural.
  • Redes multipartitas que vinculen a los agentes locales, regionales y nacionales para compartir buenas prácticas y recursos.

Al eliminar las barreras estructurales, apoyar la resiliencia individual y construir comunidades integradoras, la cooperación intersectorial puede reducir significativamente el reclutamiento de jóvenes refugiados en entornos delictivos y extremistas. Las estrategias preventivas no sólo deben reaccionar ante las amenazas, sino también abordar las causas profundas que hacen que la delincuencia y las ideologías radicales aparezcan como caminos racionales o atractivos.

Asignación

Tarea: Explora los modelos y considera qué elementos -o todo el modelo- podrían adaptarse y aplicarse en tu país.

En distintos países, una serie de programas del mundo real han demostrado cómo una combinación de distintos enfoques puede prevenir con éxito la radicalización y el comportamiento delictivo entre los jóvenes vulnerables. Estas iniciativas combinan el apoyo terapéutico, el compromiso comunitario y la educación para abordar las necesidades psicológicas y sociales subyacentes que a menudo hacen que los jóvenes sean susceptibles a influencias perjudiciales. A continuación se presentan dos poderosos ejemplos de cómo se aplican estas estrategias en la práctica:

  • El Programa Hayat en Alemania HAYAT – Página web de Hedayah es una de las iniciativas más consolidadas centrada en la prevención de la radicalización islamista. El programa trabaja directamente con personas en riesgo de ser atraídas por ideologías extremistas, así como con sus familias. Un componente clave del enfoque de Hayat es el asesoramiento psicosocial, que ayuda a los jóvenes a procesar el dolor emocional, crear conciencia de sí mismos y aprender formas no violentas de afrontar la ira, los problemas de identidad o la injusticia. El programa también ofrece terapia familiar, reconociendo que un entorno familiar estable y de apoyo es fundamental para evitar el aislamiento y reforzar un desarrollo saludable. Hayat no pretende simplemente «desradicalizar» a las personas, sino que se centra en la recuperación de la salud mental, la reintegración social y el restablecimiento de la confianza en las familias y las comunidades.
  • El modelo de Aarhus en Dinamarca Panorama pdf, medidas preventivas y estrategias de desradicalización danesas: El modelo de Aarhus – Universidad de Aarhusesotro ejemplo pionero. Reúne a un equipo multidisciplinar que incluye a policías, profesores, psicólogos, trabajadores sociales y mentores comunitarios. En lugar de basarse en el castigo o la vigilancia, este modelo da prioridad a la atención y la inclusión. Los jóvenes identificados como en riesgo de radicalización o actividad delictiva tienen acceso a terapia individual, tutoría y apoyo para reincorporarse a la educación, el empleo o la formación profesional. Lo que hace que el Modelo de Aarhus sea especialmente eficaz es que se centra en establecer relaciones a largo plazo con los jóvenes, ayudándoles a sentirse vistos, escuchados y valorados, factores de protección clave en la salud mental. Este método basado en las relaciones aumenta la resiliencia, restaura el propósito y reduce los sentimientos de exclusión que los reclutadores extremistas suelen explotar.

Caso práctico nº 1

🎯 Caso 1: Ali

Ali, 15 años

Ali llegó solo a Europa tras huir del conflicto armado de Afganistán. Su familia había pedido dinero prestado para pagar a un contrabandista que le prometió un pasaje seguro y un lugar donde vivir. Durante el viaje, Ali estuvo retenido en un almacén superpoblado donde le amenazaron con violencia si intentaba marcharse.

Cuando llegó al país de destino, el contrabandista le llevó a trabajar en una granja ilegal de cannabis para «pagar su deuda». Le dijeron que, si se negaba, el contrabandista informaría a las autoridades de que había entrado ilegalmente o, peor aún, haría daño a sus hermanos menores que seguían en Afganistán.

Cuando un asistente social conoció a Ali en un centro de acogida, parecía ansioso y evitaba el contacto visual. Habló de «ayudar a alguien», pero los detalles eran vagos. Un interrogatorio cuidadoso y sin prejuicios y la creación de confianza revelaron signos de ………..

Preguntas y respuesta correcta:

Señales de……… (tráfico y explotación criminal)

¿Por favor, identifica indicadores de trata y explotación criminal?

  • Servidumbre por deudas («Debes trabajar para pagar la deuda de tu familia»).
  • Amenazas e intimidación.
  • Sin libertad para abandonar el lugar de trabajo.
  • Sin pago ni documentación.

Caso práctico nº 2

🎯 Caso 2: Sara

Sara, 17 años

Sara huyó de Siria de niña y pasó varios años moviéndose entre campos de refugiados. Ahora, en una ciudad europea, lucha contra la depresión y tiene pesadillas frecuentes. Se siente marginada en la escuela, donde sus compañeros se burlan de su acento y la evitan.

Empezó a relacionarse en Internet con un grupo que compartía vídeos en los que se presentaba a la sociedad occidental como opresiva y humillante. Una carismática «mentora» de más edad empezó a enviarle mensajes privados, ofreciéndole amistad y asegurándole que formaba parte de una causa mayor. Con el tiempo, animó a Sara a adoptar creencias extremistas y a compartir contenidos que justificaban la violencia como forma de reclamar dignidad. Los profesores de Sara se dieron cuenta de que se había retirado completamente de las actividades de clase y expresaba admiración por figuras extremistas. A través de un trabajador social de la escuela, Sara accedió a apoyo temprano en salud mental, tutoría comunitaria y asesoramiento culturalmente adaptado para procesar su dolor, reconstruir su identidad y encontrar un sentido de propósito de formas más seguras.

Preguntas y respuesta correcta:

¿Por favor, identifica el proceso? Radicalización

¿Por favor, identifica indicadores de radicalización?

Respuesta correcta:

  • Pérdida de identidad y pertenencia.
  • Exposición a narrativas radicales en Internet.
  • Grooming y manipulación emocional por parte de un reclutador.
  • Justificación de la violencia como venganza.

Resumen

Este módulo ha explorado los complejos y entrelazados retos de la trata de seres humanos, la radicalización y la delincuencia entre los menores refugiados no acompañados y los jóvenes solicitantes de asilo. Hemos visto que no se trata de cuestiones aisladas, sino de riesgos que se refuerzan mutuamente impulsados por:

  • Traumatismos y problemas de salud mental
  • Pérdida de identidad y pertenencia
  • Exclusión social y discriminación
  • Manipulación por grupos delictivos organizados y redes extremistas
Factor de riesgo
Impacto
Respuesta protectora
Trauma por guerra/desplazamiento
Angustia emocional, desconfianza, agresividad
Atención temprana de salud mental informada por el trauma
Retraimiento social
Reducción de las redes de apoyo
Divulgación, espacios seguros, participación de los compañeros
Aislamiento y exclusión
Desesperanza, alienación
Actividades de integración comunitaria
Confusión de identidad
Pérdida de pertenencia
Adaptación cultural, tutoría
Selección por parte de los reclutadores
Manipulación y explotación
Alfabetización digital, formación en pensamiento crítico

La prevención y la intervención requieren:

✅ Identificación precoz de las señales de alarma
✅ Apoyo informado sobre el trauma y culturalmente sensible
✅ Espacios seguros y relaciones positivas que fomenten la confianza y la resiliencia
✅ Cooperación intersectorial entre escuelas, servicios sociales, fuerzas de seguridad y comunidades
✅ Capacitación de los jóvenes mediante el compromiso cívico, la educación y la tutoría.

Cuando los profesionales comprenden las causas profundas y la dinámica que subyace a la explotación y la radicalización, pueden responder con compasión, habilidad y estrategias eficaces que protejan y capaciten a los jóvenes.

Los ejemplos compartidos -desde el Programa Hayat en Alemania hasta el Modelo Aarhus en Dinamarca- demuestranque el cambio es posible cuando invertimos en prevención, construimos comunidades integradoras y damos prioridad a la salud mental y a la pertenencia.

Conclusión clave:

Proteger a la juventud refugiada no consiste sólo en prevenir daños, sino en crear entornos en los que todos los jóvenes puedan curarse, crecer y contribuir positivamente a la sociedad.

Al aplicar las herramientas, conocimientos y enfoques de este módulo, estás dando un paso importante para romper los ciclos de explotación y construir futuros más seguros y esperanzadores.

Referencias y lecturas adicionales

  1. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Salud Mental y Apoyo Psicosocial para Personas Preocupadas(https://www.unhcr.org/protection/health)– Ofrece orientación sobre traumas, estrés relacionado con el desplazamiento y atención de salud mental basada en la comunidad.
  2. Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevenir el extremismo mediante estrategias de salud pública (2020).(https://www.who.int/publications)– Explora las dimensiones de salud mental de la prevención de la violencia y la radicalización.
  3. Consejo de Europa (2021). Proteger a los niños refugiados de la radicalización.(https://rm.coe.int/protecting-children-against-radicalisation)– Revisa los riesgos y factores de protección entre los jóvenes refugiados e inmigrantes en Europa.
  4. Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Apoyo Psicosocial para Jóvenes en Contextos de Crisis. (https://www.iom.int)– Analiza las necesidades psicosociales de los jóvenes desplazados y los vínculos con el trabajo de prevención.
  5. Centro de Excelencia de la RAN (Red de Concienciación sobre la Radicalización). Tratamiento del trauma y prevención de la radicalización (2019).(https://ec.europa.eu/home-affairs/what-we-do/networks/radicalisation_awareness_network_en)– Detalla estrategias de prevención basadas en el trauma en escuelas, prisiones y entornos comunitarios.
  6. El Modelo de Aarhus (Dinamarca). Bertelsen, P. (2015). Medidas preventivas y estrategias de desradicalización danesas. En Revista para la Desradicalización, número 3.
  7. Programa Hayat (Alemania). Koehler, D. (2017). Comprender la desradicalización: Métodos, Herramientas y Programas en Alemania. En Journal for Deradicalization, Número 1.
  8. Programa STRIVE (Canadá). Sociedad John Howard de Canadá (2021). STRIVE: Apoyo a los Jóvenes para Salir de las Redes Criminales y Extremistas.(https://johnhoward.on.ca/)
  9. Comisión Europea – Base de datos de proyectos Erasmus+. Seguridad y Éxito – Prevención de la Radicalización.(https://erasmus-plus.ec.europa.eu/)– Módulos de formación y resultados de proyectos relacionados con la educación de adultos y jóvenes en la prevención de la radicalización.
  10. AEDBG – Asociación para la Educación y el Desarrollo. Resultados de la Formación en Prevención de la Radicalización (Corfú, Grecia – 2021).(https://aedbg.com/)– Reflexiones de aprendizaje de los participantes y estrategias de prevención relacionadas con la salud mental y la acción comunitaria.
  11. Silke, A. (2018). Radicalización, terrorismo y salud mental: Estableciendo la Agenda. En Nature Human Behaviour, Vol. 2, 19-20. – Examina cómo la salud mental se cruza con el riesgo y la prevención del extremismo violento.
  1. Miller, A. B., y otros (2020). Intervenciones Comunitarias para Prevenir la Violencia Juvenil y la Radicalización. En Servicios Psicológicos, 17(1), 67-78.
  2. Forebygging av ekstremisme og radikalisering | Et nettsted fra RVTS
  3. Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional | ACNUDH
  4. Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional
  5. Tore Bjørgo « Forebygging av kriminalitet » Forebygging av kriminalitet – forebygging.no