2. Mapeo y creación del plan de desarrollo individual

Mapeo y creación del PDI (plan de desarrollo individual)

Descripción:

Este módulo proporciona un marco estructurado para evaluar las situaciones individuales de los menores refugiados no acompañados y ayudarles a establecer y alcanzar objetivos de desarrollo personal mediante planes de intervención adaptados.

Se basa en los principios del trabajo juvenil y el trabajo social, e integra la prevención, la intervención y la atención holística. Las intervenciones se centran en la persona, son culturalmente sensibles, se basan en la participación de los usuarios y se adaptan a los antecedentes y aspiraciones únicos de cada joven.

El módulo reconoce la compleja interacción de factores individuales, relacionales, comunitarios y sociales que ponen a los menores en situación de riesgo, lo que exige actuar en múltiples niveles de apoyo al mismo tiempo.

Objetivo:

Garantizar que los menores refugiados no acompañados reciban apoyo, capacitación y equipamiento seguros para desarrollar todo su potencial mediante una evaluación exhaustiva y la creación de planes de desarrollo personalizados.

Resultados del aprendizaje:

Los participantes en este módulo

  • Desarrollar la capacidad de realizar evaluaciones holísticas y ecológicas.

  • Diseñar y aplicar Planes de Desarrollo Individual alineados con las aspiraciones y circunstancias de cada menor.

  • Comprender y aplicar en la práctica los principios del trabajo con jóvenes y del trabajo social.

  • Facilitar el desarrollo personal, la integración y la independencia de los menores no acompañados.

Aplicar en la práctica los principios del trabajo con jóvenes y del trabajo social

Introducción

Una práctica eficaz con los jóvenes y las comunidades requiere una profunda comprensión de los principios básicos que sustentan tanto el trabajo con jóvenes como el trabajo social. Aunque cada disciplina tiene funciones distintas, comparten valores comunes centrados en la capacitación, los derechos y la inclusión social.

Es esencial disponer de un marco estructurado para evaluar las situaciones individuales de los menores refugiados no acompañados y ayudarles a establecer y alcanzar objetivos de desarrollo personal mediante planes de intervención adaptados.

Este marco se basa en los principios del trabajo con jóvenes y del trabajo social, integrando la prevención, la intervención y la atención holística. Las intervenciones son:

  • Centrado en la persona, garantizando que las necesidades, puntos fuertes y aspiraciones de cada joven guíen el proceso;
  • Culturalmente sensible, que reconoce y respeta los diversos orígenes y experiencias;
  • Basado en la implicación de los usuarios, promoviendo la participación activa y la apropiación de las decisiones;
  • Adaptado a las circunstancias únicas de cada joven, fomentando un apoyo significativo y relevante.

Este enfoque reconoce la compleja interacción de factores individuales, relacionales, comunitarios y sociales que ponen en riesgo a los menores. En consecuencia, requiere una acción coordinada a través de múltiples niveles de apoyo simultáneamente para responder eficazmente a estos retos y promover resultados positivos.

Principios básicos del trabajo con jóvenes

Principios básicos del trabajo social

Aplicar los principios en la práctica

Ejemplo de situación: Apoyo a un joven en riesgo de exclusión

  • Crea una relación de tutoría voluntaria.

  • Utiliza actividades de aprendizaje informal (por ejemplo, proyectos en grupo, arte) para recuperar la confianza.

  • Capacita al joven para explorar sus puntos fuertes y sus aspiraciones.

  • Abogar dentro del sistema escolar para garantizar que se escuche su voz.

  • Completa una evaluación holística teniendo en cuenta la familia, las amistades, la red de apoyo potencial en general, la salud y la educación.

  • Garantizar el respeto de los derechos (por ejemplo, el acceso a una oferta educativa adecuada).

  • Abordar las barreras sistémicas (pobreza, discriminación) que afectan a la participación.

  • Salvaguardar el bienestar fomentando la autodeterminación.

Integrar ambos enfoques

Los profesionales a menudo combinan principios para proporcionar un apoyo coordinado y centrado en la persona que sea a la vez empoderador y protector. Aplicar en la práctica los principios del trabajo con jóvenes y del trabajo social no es un enfoque único. Requiere flexibilidad, reflexión crítica y compromiso con la capacitación de las personas y la lucha contra la injusticia. Al basar nuestro trabajo en estos valores fundamentales, creamos espacios seguros en los que los jóvenes y las comunidades pueden prosperar.

Teoría y enfoque para el Mapeo y el PDI

Reflexión y desarrollo para profesionales que trabajan con un grupo destinatario

Los profesionales deben:

  • Reflexionar sobre sus propios valores, prejuicios y poder.

  • Participar en el aprendizaje continuo para adaptarse a las diversas necesidades.

  • Busca supervisión para mantener las normas éticas y la responsabilidad profesional.

La prevención como enfoque

La prevención abordará todos los tipos de influencias negativas sobre el grupo destinatario, incluidos los factores a nivel individual, relacional, comunitario y social.

A nivel individual, la prevención se centra en reforzar la resiliencia, la autoestima y las habilidades de afrontamiento de los jóvenes para reducir su vulnerabilidad a la explotación, el abuso y las dificultades de salud mental.

A nivel relacional, los esfuerzos promoverán el desarrollo de conexiones seguras y de confianza con compañeros, cuidadores y adultos de apoyo, al tiempo que se identifican y mitigan los riesgos asociados a las relaciones perjudiciales y al aislamiento.

A nivel comunitario, la prevención implica la creación de entornos inclusivos y el acceso a la educación, las actividades recreativas y los recursos locales que fomenten la pertenencia, la estabilidad y el compromiso positivo.

En el plano social, la prevención pretende hacer frente a la discriminación, reducir las barreras sistémicas y defender políticas que protejan los derechos y el bienestar de los menores refugiados no acompañados.

Juntas, estas estrategias de prevención crean un entorno protector que reduce los factores de riesgo, refuerza los factores de protección y apoya el desarrollo y la integración saludables de los jóvenes.

La intervención como enfoque

Intervención

La intervención del trabajo social es el compromiso que un trabajador social tiene con un individuo, una familia, un grupo o una comunidad a la que ayuda. En este caso, nos gustaría alejarnos de los enfoques de talla única y dar prioridad a las intervenciones personalizadas y adaptadas individualmente a las necesidades de los niños en movimiento. Se formula un plan de intervención (plan de desarrollo individual) basado en la evaluación de la persona para ayudar a garantizar las mejores posibilidades de éxito. Algunos ejemplos de estrategias de intervención son el asesoramiento, la intervención en crisis, la organización comunitaria, la gestión de casos, la defensa y la escucha activa.

Enfoque holístico

Un enfoque holístico implica examinar todos los factores sociales de la vida de una persona, en lugar de centrarse en una sola cuestión. Con un enfoque holístico, los trabajadores sociales pueden ver todas las facetas principales de la vida de un cliente para determinar mejor las cuestiones subyacentes que pueden causar problemas, angustia emocional o cambios negativos en el comportamiento. Con una sólida comprensión de por qué una persona se comporta de determinada manera, los trabajadores sociales pueden formular un plan eficaz para ayudar a su cliente a superar los retos. Cuando se trata de analizar a un individuo de forma holística, hay varios métodos entre los que elegir. Nosotros vamos a utilizar la teoría de la perspectiva ecológica.

Teoría de la perspectiva ecológica

Aprender más sobre los acontecimientos que moldearon la personalidad y las circunstancias del individuo es esencial para abordar los problemas a los que se enfrenta. La teoría de los sistemas ecológicos -también conocida como teoría de la ecología humana o desarrollo en contexto- examina cómo el entorno de los individuos les convierte en lo que son. La teoría de la perspectiva ecológica considera factores sociales específicos de la vida de una persona para determinar el razonamiento que subyace a su comportamiento. Aplicada al trabajo social, la teoría de la perspectiva ecológica aborda el comportamiento examinando los procesos ambientales y sociales que influyen en una persona, sus reacciones a los cambios de su entorno y la transformación de su salud, comportamiento y actitud generales.

Cartografía

Cartografía (Evaluación)

Realizar una evaluación (recopilación de información) que ayude a comprender la situación que afecta al usuario del servicio. Interpretar los datos, lo que puede ofrecer al cliente o al remitente una forma alternativa de ver el problema. Construir un plan de desarrollo individual en colaboración.

Una evaluación exhaustiva para comprender las necesidades, vulnerabilidades, puntos fuertes y circunstancias de cada menor, utilizando un enfoque holístico y ecológico.

Áreas de interés:

  • Datos demográficos básicos: Edad, sexo, identidad cultural, situación legal, motivos del abandono y viaje realizado.

  • Salud y salud mental: Necesidades médicas, bienestar físico y psicológico, historial de traumas.

  • Educación y aptitudes: Lengua materna/conocimiento de otras lenguas, nivel educativo/formación académica, necesidades de aprendizaje, intereses profesionales.

  • Relaciones familiares y sociales: Apegos, conexiones entre iguales, pérdida y separación.

  • Identidad y Pertenencia: Vínculos culturales, sentido del yo, inclusión social.

  • Factores medioambientales y comunitarios: Vivienda, estabilidad económica, riesgos para la seguridad.

  • Consideraciones jurídicas: Proceso de asilo, tutela, medidas de protección.

El mapeo es colaborativo:combina la voz del menor, las observaciones profesionales y las aportaciones de las partes interesadas.

Pertenencia e integración

La pertenencia es una necesidad humana fundamental. La participación en actividades sociales y culturales fomenta la confianza, la autoestima y el entendimiento mutuo. Las relaciones tempranas son fundamentales para desarrollar habilidades lingüísticas, adoptar valores compartidos y formar conexiones con compañeros y autoridades. La confianza y la pertenencia surgen de las relaciones sociales cotidianas. La ausencia de tales conexiones puede conducir a la exclusión o la segregación, contribuyendo a la soledad, los problemas de salud mental y la pasividad. Para los niños y jóvenes, entablar relaciones tempranamente es esencial para sentirse parte de una comunidad. La participación en diversos ámbitos sociales y culturales ayuda a los inmigrantes a experimentar la pertenencia y a desarrollar habilidades lingüísticas. Es un requisito previo para que los inmigrantes adopten valores sociales compartidos y confíen en otras personas y autoridades.

El enfoque integrado de mapeo y creación de PDI garantiza que los menores refugiados no acompañados reciban apoyo de forma holística, digna y empoderadora. Mediante la colaboración, las intervenciones a medida y un enfoque centrado en la pertenencia y la participación, podemos ayudarles a construir vidas seguras y plenas en sus nuevas comunidades.

Plan de Desarrollo Individual (PDI)

Una hoja de ruta personalizada en la que se esbozan objetivos, recursos y acciones para apoyar el crecimiento y la integración del menor. Un Plan de Desarrollo Individual (PDI) es una herramienta personalizada que se utiliza para esbozar los objetivos de un individuo y los pasos necesarios para alcanzarlos. Se utiliza a menudo en contextos de desarrollo de la carrera y crecimiento profesional, para ayudar a las personas a planificar su futuro, seguir sus progresos y alinear sus aspiraciones personales con las metas de su organización o con objetivos profesionales más amplios.

  • Visión y aspiraciones: Lo que el menor espera conseguir.

  • Objetivos: Objetivos a corto y largo plazo claramente definidos.

  • Evaluación de las habilidades actuales: Puntos fuertes y áreas de desarrollo.

  • Actividades de desarrollo: Educación, formación en habilidades para la vida, asesoramiento e itinerarios profesionales.

  • Plazos e hitos: Calendario estructurado para seguir el progreso.

  • Apoyo y recursos: Mentores, servicios y activos comunitarios.

  • Seguimiento y revisión: Evaluación y adaptación periódicas del plan.

Pasos para la aplicación del PDI

1. Evaluación e identificación

Evaluación inicial: Tras la llegada o la identificación, realiza una evaluación exhaustiva de las necesidades inmediatas del menor, incluidas la salud física, la salud mental, la seguridad y las necesidades básicas como comida, ropa y alojamiento.

Situación legal y documentación: Garantizar que el estatus legal del menor está documentado y que está registrado ante las autoridades pertinentes. Facilitar el acceso a los procesos de asilo u otras protecciones legales.

Evaluación multidisciplinar de la edad de los niños inmigrantes

Muchos niños inmigrantes/refugiados llegan a la UE sin documentación, y su identidad y edad no suelen estar claras. Si hay dudas sobre la edad de una persona, las autoridades pueden llevar a cabo una «evaluación de la edad», un proceso para establecer si el individuo es un niño. Es crucial identificar rápidamente a los menores no acompañados o separados entre los adultos. Los retrasos en la identificación pueden dar lugar a una acogida inadecuada, a la falta del apoyo necesario o incluso a la detención administrativa junto con los adultos, o a la exposición a riesgos de trata, delincuencia y explotación. Ser establecido lo antes posible como menor de edad abrirá el acceso a derechos y garantías específicos para los niños en el contexto del procedimiento de asilo. También es importante que los procedimientos de evaluación de la edad se lleven a cabo de forma respetuosa con los derechos de la persona y fiable en cuanto a los resultados. Con la adopción del Pacto de la UE sobre Asilo y Migración en mayo de 2024, la UE introdujo por primera vez normas comunes sobre los procedimientos de evaluación de la edad llevados a cabo en el contexto de los procedimientos de asilo. La Directiva sobre procedimientos de asilo (2013/32/UE) sólo proporcionaba orientaciones limitadas sobre la evaluación de la edad y, más concretamente, sólo contenía normas y garantías procesales específicas en relación con el uso de métodos médicos de examen. La AEU ha proporcionado orientaciones sobre la evaluación de la edad, pero las prácticas de evaluación de la edad en los Estados miembros han seguido siendo diversas. Pocos Estados miembros han aplicado hasta ahora la metodología multidisciplinar de evaluación de la edad que exige obligatoriamente el artículo 25 del Reglamento sobre procedimientos de asilo (2024/1348), por lo que los conocimientos y la experiencia acumulados hasta ahora sobre la aplicación de este método siguen siendo limitados.

  • Evaluación de la vulnerabilidad: Evaluar el nivel de riesgo al que está expuesto el menor, teniendo en cuenta factores como la edad, el sexo, los traumas pasados y las condiciones de vida actuales.

2. Medidas inmediatas de protección

Alojamiento seguro : Asegúrate de que se han seguido todos los procedimientos para que el menor tenga acceso a un entorno seguro y adecuado para él, como una familia de acogida, un hogar de grupo o un centro de acogida especializado para menores no acompañados. Asegúrate de que el entorno está equipado para satisfacer sus necesidades específicas.

Servicios sanitarios y de salud mental : Organiza evaluaciones médicas y psicológicas inmediatas. Proporcionar acceso continuo a la atención sanitaria, incluidos servicios de salud mental informados sobre el trauma.

Asignación de tutor: Organiza el nombramiento del tutor legal o defensor que actuará en interés del menor, asegurándose de que tiene a alguien responsable de su cuidado y representación legal.

3. Apoyo psicosocial

Asesoramiento y apoyo para traumas: Ofrecer servicios de asesoramiento individual y de grupo para abordar el trauma, la pérdida y el estrés del desplazamiento. Utiliza enfoques cultural y lingüísticamente apropiados. Por ejemplo, mediador cultural.

Grupos de apoyo entre iguales: Facilitar grupos de apoyo entre iguales donde los menores no acompañados puedan conectar con otros en situaciones similares, reduciendo el aislamiento y creando un sentimiento de comunidad.

Localización y reunificación familiar: Trabajar con organizaciones internacionales para localizar a los miembros de la familia y, si es posible y en el interés superior del menor, facilitar la reunificación familiar.

4. Educación y desarrollo de habilidades

Acceso a la educación: Garantizar el acceso inmediato y continuado a la educación. Esto incluye la escolarización formal, así como la educación no formal que pueda colmar las lagunas debidas a la interrupción de la educación.

Aprendizaje de idiomas: Proporcionar acceso a cursos de idiomas para ayudar a los menores a integrarse en su nuevo entorno y participar plenamente en la sociedad.

Formación en habilidades para la vida: Ofrecer formación en habilidades para la vida, incluyendo conocimientos financieros básicos, autocuidado y habilidades de integración social. Esto es especialmente crucial para los menores mayores que se acercan a la edad adulta.

5. Apoyo jurídico y de defensa

Servicios de Asistencia Jurídica: Proporcionar acceso a la asistencia jurídica para ayudar a navegar por el proceso de asilo, comprender sus derechos y garantizar la protección conforme al derecho internacional. El apoyo no debe limitarse a los procesos y procedimientos de solicitud de asilo, sino que también debe ayudar a los menores a desenvolverse en las complejidades burocráticas más amplias que encuentran en el nuevo país.

Defensa y educación en derechos humanos: Abogar en nombre de los menores en foros locales e internacionales para garantizar que se protegen sus derechos y se escucha su voz en los procesos de toma de decisiones que afectan a sus vidas. Educar a los menores sobre sus derechos y sobre cómo acceder a los servicios y mecanismos de protección disponibles.

6. Integración y apoyo a largo plazo

Integración en la comunidad: Facilitar la integración en la comunidad local mediante programas de tutoría, actividades extraescolares e iniciativas de participación comunitaria.

Programas de Mentores: Poner en contacto a menores con mentores adultos que puedan proporcionarles orientación, apoyo y modelos de conducta en su transición a la edad adulta. Además, facilitan las conexiones con compañeros locales para ayudar a construir amistades, fortalecer las redes sociales y promover un sentido de pertenencia a la comunidad.

Transición a la independencia: Para los menores mayores, desarrollar planes de transición que les preparen para la vida independiente, incluyendo formación profesional, servicios de colocación y apoyo a la vivienda.

7. Seguimiento y evaluación

Supervisión periódica: Supervisar continuamente el bienestar de los menores, evaluando su salud física, emocional y social. Ajusta los planes de atención según sea necesario.

Mecanismos de retroalimentación: Establecer canales para que los menores puedan dar su opinión sobre los servicios que reciben, garantizando que su voz sea escuchada en su propia atención.

Evaluación y adaptación: Evalúa periódicamente la eficacia de las medidas de protección y adapta la metodología en función de la información recibida, el cambio de circunstancias y la evolución de las mejores prácticas.

8. Colaboración y coordinación

Equipos multidisciplinares: Establece equipos multidisciplinares adaptados al caso concreto, ya que la composición del equipo dependerá de las necesidades específicas. Por ejemplo, estos equipos pueden incluir trabajadores sociales, profesionales jurídicos, profesionales sanitarios, educadores, psicólogos y mediadores culturales.

Asociaciones con ONG y organizaciones internacionales: Colaborar con ONG/servicios gubernamentales, organismos de la ONU y otras partes interesadas para garantizar una atención integral, aprovechando los recursos y la experiencia.

Coordinación intersectorial: Trabaja con los organismos gubernamentales, las fuerzas de seguridad y las instituciones educativas para proporcionar un sistema de apoyo sin fisuras a los menores.

Enfoque basado en el trauma

La atención informada por el trauma es esencial cuando se trabaja con menores no acompañados que a menudo han sufrido guerras, violencia, pérdidas y desplazamientos.

Un enfoque informado sobre el trauma reconoce la prevalencia y el impacto del trauma y da prioridad a prácticas que:

  • Promover la seguridad: crearentornos predecibles y estables que eviten la retraumatización.

  • Generar confianza: garantizando latransparencia, la honestidad y la coherencia en todas las interacciones.

  • Potenciar la elección y el control: darvoz a los jóvenes en las decisiones que les afectan.

  • Apoyar la regulación emocional: utilizarestrategias que ayuden a gestionar los sentimientos abrumadores.

  • Respetar el trasfondo cultural: reconocerel papel de la cultura en la curación y la resiliencia.

Al integrar los principios informados por el trauma en la evaluación, la planificación y la intervención, los profesionales crean una base para la curación, la resiliencia y el crecimiento.

Implicación de los participantes

La participación activa del joven está en el centro de este planteamiento. Implicar a los menores en el proceso de evaluación y planificación garantiza que sus experiencias, preferencias y aspiraciones se respeten y se reflejen en su Plan de Desarrollo Individual. Cuando los jóvenes tienen una voz significativa en la configuración de sus propios objetivos y los pasos para alcanzarlos, es más probable que se sientan capacitados, motivados y comprometidos con su viaje de desarrollo. Este proceso participativo también fomenta la confianza entre el menor y los profesionales, aumenta la autoestima y promueve un sentimiento de propiedad y agencia. En última instancia, la implicación de los participantes es esencial no sólo para defender los derechos del menor, sino también para crear planes pertinentes, realistas y con más probabilidades de éxito.

Redes de referencia y colaboración externa

Ninguna organización puede satisfacer por sí sola todas las necesidades de un joven refugiado. Es esencial crear y mantener una red de servicios externos de confianza: proveedores de asistencia sanitaria, asistencia jurídica, formación profesional, apoyo a la salud mental, actividades recreativas y organizaciones comunitarias. Las derivaciones deben hacerse con el consentimiento informado del joven, que debe estar preparado y capacitado para el proceso. Es vital crear y mantener una red profesional de confianza. Siempre que sea posible, el personal debe tratar de trabajar con servicios que conozca y en los que confíe, donde esté seguro de que el joven será tratado con dignidad, profesionalidad y cuidado. Las relaciones que establecemos con otros proveedores se reflejan en la experiencia del joven; si se siente faltado de respeto o desatendido por un servicio al que ha sido remitido, también puede dañar su confianza en nosotros.

La confidencialidad y el consentimiento son fundamentales cuando se comparte información entre servicios. Los profesionales siempre deben

  • Comparte sólo la información relevante, cuando sea necesario;
  • Obtener el consentimiento informado del joven, a menos que exista un problema de protección;
  • Explica claramente al joven por qué se comparte la información y cómo le ayudará.

En resumen, la colaboración no es sólo cuestión de logística, sino de respeto. Respeto por los límites y las contribuciones de otros profesionales y, lo que es más importante, respeto por el joven que está en el centro de todo.

Comunicación intercultural

La comunicación intercultural es un principio fundamental cuando se trabaja con menores refugiados no acompañados cuyas identidades, lenguas y visiones del mundo difieren de la cultura dominante del país de acogida. Comunicación intercultural eficaz:

Reconoce y respeta la diversidad cultural
Reconoce las creencias, valores y tradiciones culturales que conforman las identidades y experiencias de los jóvenes.

Reduce los malentendidos y las barreras
Aborda las posibles barreras lingüísticas, las señales no verbales y las suposiciones culturales que pueden afectar a la confianza, la participación y la eficacia del servicio.

Fomenta la comprensión y la confianza mutuas
Promueve un entorno en el que los menores se sientan vistos, escuchados y respetados, independientemente de su procedencia.

✅ Refuerza el compromiso y la pertenencia
Ayuda a los jóvenes a expresar sus opiniones, participar en las decisiones y sentirse incluidos en sus nuevas comunidades.

Estrategias para la comunicación intercultural:

  • Utiliza intérpretes cualificados o mediadores culturales para facilitar una comunicación clara y evitar malentendidos.
  • Participa en la escucha activa, suspendiendo el juicio y aclarando el significado antes de responder.
  • Sé consciente de las normas culturales relativas al contacto visual, los gestos, el espacio personal y la expresión emocional.
  • Reconocer las dinámicas de poder entre profesionales y menores que pueden afectar a la apertura o la revelación.
  • Incorporar prácticas culturalmente relevantes en la evaluación, la planificación y las intervenciones.
  • Proporcionar materiales e información en idiomas que los menores entiendan para garantizar la comprensión de sus derechos y opciones.
  • Ofrecer formación al personal sobre humildad cultural, prácticas antiprejuicios y comunicación eficaz entre culturas.

Al integrar la comunicación intercultural en todos los aspectos de la evaluación, la planificación y el apoyo, los profesionales establecen relaciones de confianza que capacitan a los menores para participar plenamente en la configuración de sus vidas.

Uso eficaz de traductores e intérpretes

Trabajar con menores refugiados no acompañados suele requerir el apoyo de traductores o intérpretes profesionales para superar las barreras lingüísticas y garantizar una comunicación clara y precisa. El uso adecuado de traductores es esencial para respetar la voz del menor, generar confianza y evitar malentendidos.

Directrices para el uso de traductores:

  1. Recurre a profesionales cualificados y neutrales:
    Contrata siempre a intérpretes formados e imparciales que comprendan la confidencialidad y la naturaleza delicada del trabajo. Evita recurrir a familiares, amigos o personas sin formación, ya que esto puede comprometer la precisión y la privacidad.

  2. Informa al intérprete con antelación:
    Proporciona al traductor la información de fondo pertinente (sin violar la confidencialidad) y explícale el objetivo de la sesión para ayudarle a prepararse.

  3. Explica el papel almenor:
    Presenta el intérprete al menor, explicándole su papel de facilitador lingüístico neutral que traducirá todo lo que se diga durante la conversación.

  4. Habla directamente al menor:
    Dirígete al menor en primera persona, manteniendo el contacto visual y hablando con frases cortas y claras. Evita hablar al intérprete en lugar de al cliente.

  5. Dedica tiempo y paciencia:
    Recuerda que la interpretación requiere tiempo extra. Habla despacio y haz pausas con frecuencia para permitir una traducción precisa. Anima al menor a que haga preguntas o pida aclaraciones.

  6. Mantener la confidencialidad y la profesionalidad:
    Asegúrate de que todas las partes comprenden la importancia de la confidencialidad. El intérprete debe respetar las normas éticas y mantener la confidencialidad de toda la información.

  7. Sé sensible a las diferencias culturales:
    Los traductores también pueden ayudar a salvar las diferencias culturales. Anímales a que aporten contexto cuando sea necesario, pero evita confiar en ellos para hacer juicios o tomar decisiones.

  8. Verifica la comprensión:
    Comprueba periódicamente que el menor comprende la información que se le está dando. Utiliza un lenguaje sencillo y pide al menor que repita o resuma los puntos clave.

  9. Documenta las necesidades lingüísticas:
    Lleva un registro claro de la lengua preferida del menor y de cualquier adaptación que se haya hecho para favorecer la comunicación.

Utilizar traductores con eficacia es vital para empoderar a los menores no acompañados, garantizando que participen plenamente en las evaluaciones, la toma de decisiones y la planificación, y que sus derechos y necesidades se comprendan y aborden con precisión.

PDI y orientación profesional

Plan de Desarrollo Individual (PDI) (consulta el módulo 4 Orientación profesional para obtener más información sobre el PDI en el contexto de la orientación profesional):

Un Plan de Desarrollo Individual (PDI ) es un plan personalizado y estructurado que ayuda a una persona -especialmente a alguien en situación de vulnerabilidad- a identificar sus:

✅ S ituación actual y necesidades
Puntos fuertes y objetivos
Barreras o retos
Acciones concretas y apoyo necesario
Personas o servicios responsables
Calendario y seguimiento

Componentes clave de un PDI

  • Orienta la integración y la estabilización (vivienda, salud, situación legal)

  • Apoya el bienestar psicosocial (apoyo emocional, habilidades de afrontamiento)

  • Facilita la educación y el aprendizaje de idiomas

  • Prepara para el trabajo o la formación profesional

  • Refuerza las conexiones sociales y la independencia

Objetivos profesionales: Objetivos profesionales claramente definidos a corto y largo plazo. Pueden incluir las funciones laborales y la formación deseadas, las habilidades que hay que desarrollar y los hitos que hay que alcanzar.

Evaluación de las habilidades actuales: Una evaluación de las habilidades actuales del individuo, sus puntos fuertes y sus áreas de mejora. Ayuda a identificar las diferencias entre el estado actual y el estado futuro deseado.

Actividades de desarrollo: Acciones o actividades específicas diseñadas para ayudar al individuo a adquirir las habilidades y la experiencia necesarias. Pueden incluir programas de formación, tutoría, experiencias en el puesto de trabajo o formación complementaria.

Calendario: Un calendario en el que se indica cuándo se pretende alcanzar determinados hitos. Esto ayuda a mantener el impulso y a garantizar que se avanza sistemáticamente.

Apoyo y recursos: Identificación de los recursos, como mentores, programas de formación o apoyo financiero, que ayudarán a conseguir el plan de desarrollo.

Seguimiento y revisión: Un sistema para revisar periódicamente los avances respecto al plan. Esto puede implicar comentarios de los supervisores, autoevaluación o revisiones formales periódicas.

En resumen:
Un PDI es como una hoja de ruta para ayudar a un joven a avanzar paso a paso hacia la seguridad, la pertenencia y la autosuficiencia, con el apoyo de profesionales.

Caso práctico

Ibrahim es un refugiado de 20 años que acaba de llegar a un nuevo país. Debido al conflicto y al desplazamiento, Ibrahim no pudo completar su educación secundaria. Habla su lengua materna con fluidez y tiene conocimientos limitados de inglés. Está muy motivado, tiene una gran ética del trabajo y quiere ser económicamente independiente a la vez que contribuye a su nueva comunidad. A Ibrahim le interesa trabajar con las manos, posiblemente en la construcción, la logística o un oficio como la carpintería o la reparación de automóviles. Su objetivo es construir una carrera estable, empezando por la formación práctica y el empleo, y posiblemente retomando la educación en el futuro.

Echa un vistazo al plan de desarrollo individual (PDI) de Ibrahim. Este ejemplo combina:

  • Apoyo práctico (vivienda, salud, orientación jurídica)
  • Apoyo emocional (asesoramiento, conexión con la comunidad)
  • Desarrollo de habilidades (idiomas, formación profesional)
  • Planificación de la integración a largo plazo.

Tarea: Observa el ejemplo (PDI de Ibrahim) y crea un plan de desarrollo individual (PDI) para Mohammad.

Muhammad es un menor no acompañado de 17 años que llegó al país hace seis meses huyendo de un conflicto armado. Perdió el contacto con su familia durante el viaje y no ha vuelto a saber de ellos. Desde su llegada, vive en un centro de alojamiento colectivo para jóvenes refugiados.

Muhammad habla su lengua materna con fluidez y ha adquirido algunas habilidades básicas de comunicación en la lengua local, pero sigue teniendo dificultades con las interacciones más complejas. Es tímido y a menudo retraído, y prefiere pasar tiempo a solas. El personal ha observado que evita las actividades de grupo y duda en abrirse a los adultos.

Sin embargo, Muhammad ha mostrado algunos intereses claros. Le encanta el fútbol y suele jugar solo o ver partidos. Ha expresado su deseo de volver a la escuela, aunque carece de documentación sobre su educación anterior. Además, Muhammad ha mencionado recientemente que le gustaría tener con el tiempo un trabajo a tiempo parcial para poder ganar algo de dinero, ganar independencia y ayudar a mantener a sus hermanos, si alguna vez consigue reencontrarse con ellos. Le interesa especialmente trabajar con animales o hacer algo físicamente activo, como jardinería, servicios de reparto o trabajar en un almacén.

Muhammad lucha contra el estrés, duerme mal y tiene pensamientos recurrentes sobre su familia desaparecida. Estos problemas emocionales afectan a su concentración y motivación. Actualmente no tiene familia ni red de apoyo en el nuevo país, y no comprende del todo el proceso de asilo ni cómo planificar su futuro.

Riesgos de causar involuntariamente más daños sin una formación adecuada

Trabajar con menores refugiados no acompañados requiere habilidades y conocimientos especializados. Sin una formación adecuada en atención informada sobre traumas, sensibilidad cultural y protección de la infancia, los profesionales corren el riesgo de causar involuntariamente más daño a jóvenes ya vulnerables.

Mitigar estos riesgos requiere:

Formación integral y continua para todo el personal sobre enfoques informados por el trauma, competencia cultural, protección de la infancia y marcos legales.

Supervisión y práctica reflexiva para ayudar a los profesionales a procesar los retos y mejorar sus competencias.

Crear entornos seguros y de apoyo en los que los menores se sientan respetados y capacitados para compartir sus experiencias a su propio ritmo.

Colaboración con equipos multidisciplinares para proporcionar una atención integral e informada.

Reconociendo las complejidades y vulnerabilidades de los menores no acompañados, los profesionales debidamente formados son esenciales para garantizar que las intervenciones sean seguras, respetuosas y eficaces, fomentando la curación y el desarrollo positivo en lugar del daño.

Evaluación Parte 1

Evaluación Parte 2

Referencias y lecturas adicionales

Colaboración en Salud Mental y Apoyo Psicosocial (MHPSS)

https://app.mhpss.net/resources/

Atención Informada por el Trauma con Jóvenes Refugiados e Inmigrantes

https://www.youtube.com/watch?v=5zvGu-iBGPo

La Estrella de los Resultados™ (Triangle Consulting)

https://outcomesstar.org/

CPIMS+ (Sistema de Gestión de la Información sobre Protección de la Infancia) – por UNICEF/ACNUR

https://www.cpims.org/

Programa informático de gestión de casos basado en la nube, diseñado para servicios juveniles y comunitarios.

https://www.lamplightdb.co.uk/

Un conjunto de herramientas prácticas que incluye la planificación de la seguridad, el establecimiento de objetivos y la coordinación interinstitucional.

https://resourcecentre.savethechildren.net/

Directrices interinstitucionales para la gestión de casos – [Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria].

https://alliancecpha.org/en/technical-materials/inter-agency-guidelines-case-management-and-child-protecti

Marcos Generales de Trabajo Juvenil y Trabajo Social:

Menores Refugiados No Acompañados: Riesgo, Protección y Atención Integral:

Orientaciones políticas y prácticas para trabajar con jóvenes refugiados: